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Neuropatía Compresiva Radial Aguda en la Práctica del Shibari

En mayo de 2023 se publicó en la revista médica CUREUS un interesante "paper" sobre las lesiones nerviosas en la práctica del shibari. | Tiempo de lectura: 35 minutos

En este artículo lo resumimos, en español y con un lenguaje más divulgativo que la publicación original, añadiendo al final algunas consideraciones sobre la seguridad anatómica en la práctica del shibari.

Publicación

Acute Radial Compressive Neuropathy: The Most Common Injury Induced by Japanese Rope Bondage

Vasily Khodulev, Artsiom Klimko, Nataliya Charnenka, Marina Zharko, Hanna Khoduleva
DOI: 10.7759/cureus.39588

De libre acceso, en inglés (enlace al pie de esta entrada).

Resumen

Abstract

El estudio se centra en la lesión de los nervios periféricos, incluidos los nervios radial, axilar y femoral, es decir, en la "neuropatía por compresión aguda" inducida por la práctica del shibari.

Con el fin de investigar la naturaleza y el alcance de las lesiones nerviosas asociadas a la práctica del shibari, los autores realizan un estudio exploratorio (preliminar) sobre una muestra de 10 practicantes del shibari, relatando un total de 16 lesiones identificadas en los nervios radial, axilar o femoral.

Lesiones que se presentaron de forma aguda, inmediatamente después de suspensiones de cuerpo entero.

En particular, el nervio radial fue la estructura más frecuentemente afectada, con un 90% de individuos que experimentaron este tipo de lesión.

Los autores destacan un caso en particular, de compresión aguda repetida del nervio durante la práctica de la suspensión de cuerpo entero. Una mujer de 29 años suspendida durante 25 minutos con “caída” (¿pérdida de fuerza?) en mano y dedos, así como falta de sensibilidad en la mano izquierda.

Los análisis revelaron un bloqueo de la conducción del 77,3% en el segmento superior del brazo. A los 3 meses se observó una mejoría, que se alcanzó plenamente a los 5 meses.

17 meses más tarde, se produjo una nueva compresión de ambos nervios radiales durante una suspensión similar durante 8-10 minutos. La mejoría se produjo al cabo de una semana y se alcanzó plenamente al cabo de 4 semanas.

Esta misma persona sufrió un nuevo episodio de compresión tres años más tarde. Duro 5 minutos y se recuperó plenamente en 2 minutos.

Dado que el nervio radial es la estructura que se lesiona con mayor frecuencia, el estudio señala hallazgos que subrayan la importancia de conocer el curso anatómico del nervio radial, en particular su posición posterior a nivel de la tuberosidad distal del deltoides como medio para prevenir lesiones nerviosas en esta zona.

Contar con este tipo de conocimiento es crucial para las personas envueltas en la práctica del shibari de cara a tomar precauciones para evitar posibles lesiones nerviosas.

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Reflexiones a partir del estudio

Sobre el estudio en sí mismo

Pese a que, como sus propios autores señalan, tiene una naturaleza exploratoria y se llevó a cabo sobre una muestra reducida, el estudio tiene un alto interés para los practicantes del shibari.

Por primera vez se identifica en una publicación médica la vinculación entre lesiones por compresión nerviosa y la práctica del shibari (japanese rope bondage lo llaman en el artículo).

El estudio describe claramente el proceso por el que se producen las lesiones. Procesos sobradamente estudiados clínicamente en otros ámbitos de la vida.

Me parece especialmente relevante la información sobre la pérdida de mielina y posible daño a los axones implícita en este tipo de lesiones.

Pone el foco en la relevancia de la anatomía humana en el proceso de lesión durante la práctica del shibari y en la importancia de conocer tanto la anatomía como la técnica propia del shibari.

Pero también destaca la necesidad de combinar factores para que se produzca lesión, siendo los principales la compresión del nervio por postura y carga de peso/fuerza aplicada y el tiempo durante el que se ejerce dicha compresión, condiciones fisiológicas particulares de la persona, manejo de la anatomía (posición) y técnica aplicada.

A tenor de esta información clara, objetiva y científica, no puedo menos que reiterar la importancia de no «creer» lo que leemos en internet o en fuente poco fiables al respecto.

Así, todos esos gráficos o mapas del cuerpo con zonas rojas, verdes y amarillas no dejan de ser idealizaciones con poco o ningún fundamento científico. Y muchos de los consejos o recomendaciones relatados en cursos y talleres no pasan de ser cuentos de viejas tejidos para investir de sapiencia a los instructores ante su audiencia.

Por apuntar algunas carencias del estudio que pueden influir en sus resultados, quizá la más llamativa sea la falta de conocimiento sobre shibari, sus técnicas y su propósito por parte de quienes llevan a cabo el estudio.

De la lectura del estudio se desprende que sus autores solamente tienen un conocimiento trivial de la disciplina en la que focalizan su trabajo, con errores de bulto en el concepto más propios de una contribución interesada a la wikipedia que de un estudio científico.

Posiblemente derivado de esta falta de conocimiento, sea que el estudio refiere a lesiones en "suspensión de cuerpo completo", cuando dichas lesiones también se pueden provocar (si, provocar) en atados de suelo.

En este mismo sentido, los autores parecen imbuidos por esa corriente ideológica que quiere privar al kink de su carga erótica, reduciéndolo a un pasatiempo extravagante.

Pero si he de valorarlo, este estudio tiene mucho valor, tanto por sus conclusiones como por el hecho de sentar un precedente en la literatura científica sobre las lesiones más comunes en la práctica del shibari.

Lo que se desprende es este estudio

Leyendo el estudio hay varias cosas que me llamaron la atención, para mal.

La primera, como comenté antes, fue la trivialización del shibari como técnica y concepto. Reduciéndolo a una romantización de fantasías japonifilicas para adultos aburridos y adinerados.

La segunda, y quizás más grave, es la falta de conocimientos, habilidades y responsabilidad manifiesta en los sujetos muestra del estudio. Varias imágenes de las prácticas ilustran el estudio, y solo verlas me duele todo el cuerpo.

En un primer momento, achaqué esta terrible falta de conocimiento, habilidad y responsabilidad a que quizás la muestra elegida para el estudio correspondía a un grupo reducido y no especialmente formado.

Pero luego me di una vuelta por redes sociales viendo fotos de prácticas (fotos "realité" que documenten la práctica), y la verdad golpea, y duele.

En una abrumadora mayoría de los casos, las fotos de suspensiones que vemos, muestran una serie de fallos, errores y desprecio por la integridad de la persona atada que me provoca vértigo, y en muchos casos náuseas.

Pero no me queda otra opción que constatar que esa falta de responsabilidad y carencias formativas son una realidad en la escena shibari, cuanto más mainstream (en el peor sentido del término) sea la vivencia y superficial sea la formación, más palpable.

Una vez más, el shibari es técnica, no magia. Se fundamenta en la ciencia, no en la creencia. No vale todo, ni hacerlo porque me lo dijo Pérez, o a mí me gusta así.

Aprender shibari no es cuestión de una tarde, o un fin de semana. Lleva meses asentar los conocimientos básicos. Años pulir las habilidades manuales.

Afrontar suspensiones sin conocimientos ni habilidades, y con una alta dosis de supercherías y trivialidades en la cabeza no es una mera irresponsabilidad. Es una conduta que solamente se puede considerar como abuso.

El shibari es maravilloso, bien orientado, un estudiante puede aplicarlo de forma satisfactoria y segura desde el primer día. Pero debe actuar de forma responsable como estudiante y como practicante.

Finalmente, señalar la responsabilidad de los formadores. Especialmente de aquellos que por cuatro perras estafan a sus estudiantes ofreciendo formación de muy baja calidad.

Cursos y talleres en los que o bien no enseñan nada, ya que los supuestos formadores no saben nada, o bien pretenden enseñar técnicas que lleva años dominar en una tarde.

Tenemos mucho sobre lo que reflexionar, y mucho trabajo por delante si queremos que el shibari sea una práctica segura y quienes se acerquen a él por primera vez puedan recibir una percepción real de lo que realmente es esta técnica y de lo que puede aportarles.